Las deudas con pan son menos

El sábado pasado, 20 de mayo, saltó la noticia: el Ayuntamiento de Los Barrios debe más de 25 millones de euros, que ya son millones, a la Seguridad Social, según publicaba el diario Europa Sur.
En realidad la información no era nueva, porque el año pasado por estas mismas fechas ya se publicó, lo que sucede es que la memoria es frágil y los medios de comunicación suelen retroalimentarse de cosas pasadas que siguen teniendo actualidad, presentándolas como si acabasen de suceder.
Resulta que de esa deuda, unos 19 millones provienen de cuando Miguel Domínguez era alcalde, presidente de la Caja de Ahorros de Jerez y promotor inmobiliario, todo al mismo tiempo. Es decir, más de las tres cuartas partes de ese agujero se heredaron en 1994. Desde entonces, la cifra se ha engordado en 6 millones de euros más, unos 1.000 millones de las antiguas pesetas, saliendo una media de unos 84 millones de pesetas por año. ¿Es que no ha dispuesto el Ayuntamiento de esa cantidad anualmente para evitar que creciesen los débitos? Más bien parece una forma bastante tonta de endeudarse.
El hecho de que la noticia surgiese en el último fin de semana de feria pilló al personal de aquella manera. O sea, nadie se coscó. Luego, repasando los periódicos de esos días y con los posos del rebujito asentados, los andalucistas cayeron en la cuenta de que habían dejado pasar un filón y rescataron los datos para salir con lo mismo media semana más tarde.
La gente que trabaja en los diarios no posee ya la cualidad de leerse su propio periódico todos los días, mucho menos los de la competencia. Es por eso que alguno de ellos volvieron a presentar la misma noticia como novedosa cuando el PA envió su comunicado, citándolos como la fuente que estimaba la deuda en 25 millones, cuando ese dato procedía de la propia Tesorería General de la Seguridad Social, que lo había hecho público mucho antes. O sea, informadores desinformados.
El hecho es que el Ayuntamiento, a través del alcalde, ya estaba gestionando el pago de parte de esa deuda, que al parecer se reducirá bastante -entre un 20 y un 30%, según el equipo de gobierno- con un pago considerable.
Es lógico que la oposición aproveche estas circunstancias para hacer sonar las trompetas de la destrucción, pero estos del PA pueden ser cualquier cosa menos salvadores. Que se lo digan a la asociación de vecinos de la barriada de San Rafael, que dejaron en la quiebra. O a los vecinos de San Fernando, cuyo ayuntamiento gobierna el PA, que aunque mantiene una deuda de 8 millones de euros con la concesionaria de limpieza (Cespa) le ha adjudicado el servicio a otra, Urbaser. Tampoco hay que irse muy lejos, en la propia Algeciras, la gestión del PA de la mano de Patricio González fue desastrosa.

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Voluntad de soluciones

Pero lo que marca la diferencia con estos casos, también con el de La Línea, es la actitud de los regidores. En los Barrios hay voluntad de solucionar el problema. Además, el Ayuntamiento ha promovido inversiones, bien propias y de otras entidades públicas, como es el caso de TecPal, o bien de operadores privados, como sucede con el parque comercial Las Marismas.
La gestión municipal no se ha paralizado en Los Barrios porque su participación en los ingresos del Estado esté retenida. Al contrario, va a más con la futura puesta en marcha del Parque de Innovación Empresarial, se ha creado y se seguirá generando empleo y el Ayuntamiento se ha metido en todos los charcos cuando se ha tratado de presentar proyectos de reindustrialización avanzados: planta de reciclaje de basuras, planta de tratamiento de residuos industriales, parque tecnológico...
La cara opuesta es, por ejemplo, La Línea. Juan Carlos Juárez es como el anterior rey de Marruecos, Hassan II, la solución a sus problemas internos es siempre buscar un enemigo exterior, ya sea el Ayuntamiento de Jimena, municipio al que le gustaría hincarle el diente inmobiliario (esa es la única razón), o el Gobierno porque le retiene su participación estatal debido a la deuda del ayuntamiento linense con la Seguridad Social. El caso es que no paga ni a los bomberos ni a Cruz Roja, que dice que no vigilará este verano las playas, y los trabajadores municipales se vieron negros para cobrar la más reciente nómina.