Cacique Romero

El Maquis tiene como objetivo contar la verdad de ciertos innobles personajillos que pretenden vivir del engaño

14 junio, 2006

Vecinos de la calle Almanzor se pirran por la edición barreña de Gran Hermano

Los vecinos de la calle Almanzor que abrieron ventanas en las fachadas traseras de sus viviendas no están dispuestos a que les dejen sin el espectáculo de ver en vivo la vida de sus vecinos, que son los que habitarán los adosados de nueva construcción levantados en lo que los otros dicen que fue el arroyo Junco.
Lo interesante no es el arroyo Junco, que ni los más viejos recuerdan cuando dejó de correr por allí, sino los patios de las nuevas viviendas. ¡Qué gozada sentarse a ver discurrir la vida del prójimo! ¡Anda, pues no se ha puesto la tía la chilaba transparente que se trajó de Marruecos! ¡Joder, y va sin sujetador! ¡Si es que van provocando! Vaya, ya está el pejiguera ese con la barbacoa. Ja, ja se le ha caído el mechero en medio de las brasas ¡a ver si explota y se le queda el patio como una mina asturiana!
En fin, que como no están dispuestos a perderse la edición barreña y de por vida de Gran Hermano, van a concentrarse los próximos tres viernes frente al Ayuntamiento para protestar. Desde El Maquis les recomendamos darle un toque culto a la manifestación y que muestren mientras se concentran ejemplares de "El diablo cojuelo", la insigne obra de Vélez de Guevara, antecesor del Gran Hermano (idea sacada de la novela "1984", de Orwell). Ya saben, aquel diablillo que levantaba los techos de las casas sin que sus inquilinos lo advirtiesen para mostrar cómo vivían.
Por cierto, en la Consistorial no están para cachondeítos porque han tenido que cumplir todas las sentencias judiciales que les han caído. Así que vayan preparando mezcla y ladrillos los de la calle Almanzor, pues la sentencias están para cumplirlas. El anterior propietario de los terrenos en litigio, Jaime Pujol, dueño también de la promotora Hacienda El Catalán, ya obtuvo una sentencia en firme. Si el Ayuntamiento se las tiene que tragar dobladas algunas veces, pues los vecinos también. No van a ser menos ni más. Que berreen a gusto los tres próximos viernes.