Cacique Romero

El Maquis tiene como objetivo contar la verdad de ciertos innobles personajillos que pretenden vivir del engaño

15 octubre, 2006

Juárez quiere rescatar el NO-DO y despide a dos periodistas

Transcribo literalemente el comunicado enviado por la Asociación de la Prensa:

"La Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar denuncia el despido injustificado de las compañeras Elsa Melcón y Verónica López de la Radio Televisión Municipal de La Línea, dirigida por el Gobierno municipal del Partido Popular, argumentando motivos como la finalización de contrato o el bajo rendimiento para ocultar una presunta represalia política, por no ser lo suficientemente sumisas a las directrices informativas que marcan desde el partido.
Ambas han sido las primeras víctimas laborales de lo que se podría calificar de intervencionismo político en un medio de comunicación de titularidad pública, mediante la censura previa y la propaganda, con el consiguiente desprecio a los principios de pluralidad política, libertad de expresión y derecho a la información, que recoge nuestro texto constitucional y que deben regir el funcionamiento de los medios de comunicación públicos.
El despido de nuestras compañeras no es sólo un acto sin justificación, sino que se podría considerar también una muestra de desprecio a la ética y la deontología profesional de todos los periodistas, al precepto constitucional de la cláusula de conciencia, a los principios básicos de libertad de Expresión y del derecho a informar que recoge nuestra Carta Magna y al derecho fundamental de los ciudadanos a recibir información.
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de La Línea parece no saber discernir entre la responsabilidad de gobernar, que le han dado los votos de los ciudadanos, y una especie de idea de propietarios de todo.
Prueba de ello es no sólo el despido de nuestras compañeras por no mantener una adhesión inquebrantable sino la forma en que se ha llevado a cabo. En un caso han argumentado bajo rendimiento, cuando los horarios que se imponen superan con creces los que fija la normativa laboral, y en el otro han actuado de forma oculta e indigna, ya que ni siquiera se le ha comunicado a la afectada, limitándose a ingresarle una irrisoria cantidad que consideran finiquito en su cuenta corriente, después de mantenerla cuatro años con contratos por obra.
La Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar reclama que la radiotelevisión municipal cuente con Consejo de Redacción que evite o denuncie las posibles directrices políticas y un Consejo de Administración, en el que estén representados los trabajadores, con reuniones periódicas y totalmente transparentes.
Además, la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar exige que sean readmitidas en sus puestos de trabajo las compañeras despedidas, con el reconocimiento público de que fue una medida injustificada".

Yo añado algo de mi cosecha. Una de la directrices que se dieron a los periodistas de la radio y televisión municipales de La Línea fue que los partidos de la oposición sólo pueden aparecer en los informativos si es para ridiculizarlos.
¿A dónde va Juárez el 40 por ciento de los días? ¿Qué hace fuera de La Línea? ¿Se está asegurando su futuro?

03 octubre, 2006

La hoguera de las vanidades


Hay que ver la cantidad de gente que mueve tras él un ministro. La llegada del jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, y del presidente andaluz, Manuel Chaves, a Los Barrios atrajo un enjambre de prebostes que ni pinchaban ni cortaban, porque el ministro vino a reunirse con el presidente de la Mancomunidad y con los alcaldes del Campo de Gibraltar. Los demás, si no pertenecían a los respectivos gabinetes de Moratinos o Chaves, sobraban.
Pero esa es la política, igual en todos los partidos y órdenes del escalafón, si viene un jefe hay que ir a dar el taconazo y a lucir terno, aunque luego quede uno situado en una fila mal ubicada y te tapen los fotógrafos, que es lo más parecido a un cazador con la veda levantada, pero con la ventaja de que sus disparos son incruentos, así que se le permite ametrallar a la pieza.
Esa nube de cargos menores llevaba colgada también una cohorte de jefes de prensa, fotógrafos y otros oficios de complicada denominación -algunos con trajes de delegado provincial al menos- cuya misión era, más que recoger la visita del ministro o del presidente de la Junta, ensalzar la presencia del paladín de turno en tan magno acontecimiento con el fin de proporcionar a las generaciones futuras un documento de vital trascendencia histórica.
Estos actos suelen atraer también a gente que normalmente no viste de tiros largos, pero que se emperifolla para la ocasión como si fuese a esperar a pie de altar a la más esplendorosa de las novias. Y todo para acabar en medio de la marabunta y desapercibido. Incluso cayó por el lugar algún gánster venido a menos que ahora en vez de matones carga grabadora.
Los plumillas cumplieron con su habitual eficacia, los cámaras y fotógrafos digitalizaron aquellos instantes para la prensa, los telediarios y la posteridad y, por un día, los directores ejercieron de redactores, reverdeciendo su oficio sin que mediase publicidad alguna como contraprestación.
Fuera, un hecho inusual: ocho policías locales de Los Barrios proporcionando seguridad al encuentro. Alguien comentó jocosamente que ni siquiera se juntan tantos cuando alguno de ellos se casa.
¡Ven más por aquí, Moratinos!